REALES ATARAZANAS DE SEVILLA

Las Reales Atarazanas de Sevilla constituyen un ejemplo magnífico de arquitectura industrial que ha llegado a nuestros tiempos muy maltratado. Ahora cobran nueva vida.

Las Reales Atarazanas de Sevilla constituyen un ejemplo magnífico de arquitectura industrial que ha llegado a nuestros tiempos muy maltratado.  Estuvieron en funcionamiento entre los siglos XIII y XV y por el camino se han ido perdiendo sus naves y su identidad.

Su ubicación es estratégica, se ubica fuera de la muralla, entre la Puerta del Carbón y el Postigo del Aceite y acompañada por la Torre del Oro y la Torre de la Plata. Se trata de una construcción en fábrica de ladrillo visto de corte gótico y mudéjar, que muestra el influjo almohade en las construcciones sevillanas medievales  de la época.

Su principal cometido fue la construcción de galeras (una en cada nave), que era el único tipo de embarcación que se podía construir en su interior debido a su diseño. Cuando éstas fueron perdiendo potencia bélica frente a las naos y las carracas, se abandonó el uso de astillero y se destinó a almacén comercial.

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Atarazana significa astillero, su especialidad era la construcción de galeras y frente a las 17 naves se encontraba una explanada de arena que llegaba hasta la orilla del Guadalquivir. De ahí que el nombre del barrio donde se ubica sea “El Arenal”.

De las 17 naves originales quedan en pie 7: cinco se demolieron o se mutilaron para la construcción del Hospital de la Caridad y otras cinco se demolieron para la ejecución de la Delegación de Hacienda. El abandono de su actividad como astillero provocó que se asignaran diferentes usos al edificio que fueron modificando su configuración.

A finales del siglo XVI se modificó para alojar la Aduana de Indias y Artillería. Posteriormente en la nave 8 se construye la Iglesia de San Jorge y en las cuatro naves contiguas se adosa lo que posteriormente sería el Hospital de la Caridad. En su interior se pueden encontrar todavía algunos de los arcos originales, aunque en general el edificio ha “sobrescrito” la edificación original con nuevos arcos, columnas y detalles barrocos.

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Desde el siglo XVIII hasta el XX alojó la Real Maestranza de Artillería, habilitándose como almacenes las bóvedas de las naves 2, 4 y 6. La Aduana, ya en desuso, fue demolida en 1940 para construir la Delegación de Hacienda.

Las 7 naves que quedan en pie son una muestra del potencial de la época, siendo los astilleros medievales más antiguos y de mayor dimensión de su época. Sorprende saber que el suelo interior del edificio actual no es el original, sino que es el resultado de las sucesivas riadas del Guadalquivir y que enterrada se encuentra una longitud igual a la que se eleva desde la cota existente. Las excavaciones arqueológicas han dejado a la vista la cota original en la zona de estudio.

Su último uso conocido fue como sala de exposición de Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. La Junta de Andalucía firmó en 2009 un convenio con La Caixa para su cesión por 75 años y la ejecución del CaixaForum en su interior pero pero la falta de consenso entre Cultura, la entidad financiera y el proyecto presentado por Vazquez Consuegra Arquitectos paralizó el proyecto y llevó a la construcción del actual CaixaForum en la Cartuja.

El edificio ha estado desocupado hasta febrero de 2022 cuando finalmente se ha llegado a un acuerdo entre todas las partes y han comenzado las obras para albergar el gran centro cultural proyectado por Guillermo Vázquez Consuegra.

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Durante el tiempo que ha estado en desuso ha sido escenario del rodaje de Juego de Tronos para recrear las criptas de la Fortaleza Roja en 2016, y de La Peste en 2017.

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Para los arquitectos que estudiamos en la Universidad de Sevilla se trató, en la mayoría de los casos, de nuestro primer acercamiento al dibujo. Sus arcos, bóvedas, naves, varias cotas, interpretación de lo original, lo modificado y lo desaparecido… La complejidad de su historia nos brindó la oportunidad de enfocar los trabajos académicos desde varias perspectivas.

DIBUJOS PROPIOS

En AHAUS lo recordamos con mucho cariño.

Fuentes: Wikipedia, Diario de Sevilla, Fundación La Caixa y Estudio Vázquez Consuegra, Tesis Doctoral de Julia Molino Barrero, Plano de Antonio Collantes de Teherán. Infografías del departamentos de infografías del Diario de Sevilla. Fotografías de Javier Serrano Fajardo y Google.

ARQUITECTURA POPULAR ONUBENSE – parte 1
CASA OLVE

Mario Gómez Mogeda

Arquitecto técnico

Leer, carnaval, los cómics, los juegos de mesa, fútbol, NBA… Su listado de aficiones es más alto que él.

No le gusta la playa porque sólo entiende la arena y el agua acompañada de cemento.

La fama no le sube a la cabeza, porque no llega. Ve el mundo a escala 1:10.

Y, además, es aparejador.

Antonio Rivas Pérez

Arquitecto técnico

Su llegada al estudio siempre marca la hora de tomar un café.

Aporta experiencia y sosiego al equipo. 

El verano es su mejor época. Le gusta mucho cocinar y en las obras es en donde está en su salsa. 

Es aparejador y, además, arquitecto técnico.

Paula González González

Arquitecta

Le encanta dar paseos con su perra, siempre acompañada de sus animadas playlist de pop.

Su amor por las novelas de romance histórico es igualado solo por su conocimiento de los últimos acontecimientos de la sociedad. 

No le gusta nada llegar tarde a los sitios, por lo que si no llega a tiempo, ¡Houston, tenemos un problema!

Antonio Olaya

Antonio Olaya Camacho

Socio arquitecto

Nació en el blanco Moguer. En Sevilla y en Venezia aprendió mucho de lo que sabe.

En la naturaleza se siente bien. Disfruta del aroma de un libro, del sonido de un lápiz tocando el papel…

Es padre por duplicado y le gusta leer cuentos. La prisa no va con él porque él va más lento.

Es una A de AHAUS.

Henar Herrero Soriano

Socia arquitecta

Cómoda encuadrando detrás de una cámara, fotografiando edificios. Sensible con la sostenibilidad.

Siempre deja un dedo de café en la taza y garabatea croquis en servilletas de bar.

Le gustan las series y las escaleras bonitas. Adora hacer listas.

Es la H de AHAUS.

Ana Gómez Mogeda

Socia arquitecta

Siempre a caballo entre el Andévalo y la costa.

Adicta a la ortografía y a las tablas de Excel. No se resiste a una buena normativa.

En su mochila hay más objetos que en el almacén de Amazon, pero siempre se olvida las gafas de sol.

Y, además, es arquitecta.

Es una A de AHAUS.