CASA SOGO

Casa Sogo se alza en una parcela cuadrada de 12×12 metros, presentando su fachada principal al este y estando ejecutada ésta mediante un juego de ritmos verticales acentuado por la aparición de aplacado en los huecos ficticios.

La configuración de la vivienda tradicional en la zona nos encamina a un patio trasero, con fachada paralela a la principal, generalmente cuadrado o rectangular. En este caso, al introducir las variables del soleamiento y la ventilación natural de las estancias, Casa Sogo avanza hacia el oeste con forma de U y el patio en forma de L se macla con la vivienda. El punto de unión de la U y la L, tal como si fuera un tetris, genera un espacio de especial importancia ya que en él se ubica la escalera de la vivienda. Siguiendo símil del tetris, la pieza de escalera es clave en la unión de lo interior y lo exterior, y dada su naturaleza y los materiales empleados se mueve en la ambigüedad del dentro/fuera. Se trata de un elemento volado y acabado en U-Glass que actúa de linterna para los espacios exteriores y de tránsito para la vivienda.

El programa se distribuye en constante contacto con el patio, la propia configuración de la vivienda en forma de U permite una futura ampliación de la misma en planta alta. Todas las estancias constan de ventilación natural, favoreciendo de esta manera el comportamiento energético del conjunto. La zona de estar-comer-cocinar se desarrolla en una sucesión de espacios cuasi continuos que generan una espacialidad a medio camino entre la calle y el patio. El garaje se diluye hacia el cuarto de bicicletas que vuelca sus vistas sobre el patio. Tal como decíamos al inicio, el patio es el germen desde el cuál nace la vivienda.

La cubierta del conjunto nos recuerda a la domus romana, se formaliza a tres aguas vertiendo hacia el patio y se cubre con teja árabe recuperada de varios derribos. Las aguas pluviales se recogerán con un sistema de canales y bajantes hasta su recogida en un “implivium” o aljible para su reutilización en el riego y limpieza del patio.

Casa Sogo nace con un presupuesto ajustado que ha condicionado tanto el diseño como la elección de materiales. Este punto, que podría considerarse un factor de coacción a la hora de desarrollar un proyecto, ha ejercido un efecto inverso y ha sido considerado como un elemento motivador. Se ha buscado la creación de espacios que favorecieran la ventilación cruzada, se han desplazado los espacios de almacenamiento en planta baja a la medianera, se han protegido las ventanas al patio de planta alta con un vuelo … todo ello con el objetivo de optimizar el rendimiento energético y disminuir la demanda de calefacción y refrigeración. La utilización en la cubierta de tejas recuperadas de derribo es una decisión fruto de la restricción, pero que contribuye a generar la personalidad de la vivienda. Porque las restricciones pueden generar áreas de mejora, y el trabajo directo con el cliente ayuda a fortalecer el desarrollo de un proyecto hasta su culminación en un edificio trabajado, pensado y consensuado: Casa Sogo.

ARQUITECTURA POPULAR ONUBENSE – parte 2
ARQUITECTURA POPULAR ONUBENSE – parte 1

Mario Gómez Mogeda

Arquitecto técnico

Leer, carnaval, los cómics, los juegos de mesa, fútbol, NBA… Su listado de aficiones es más alto que él.

No le gusta la playa porque sólo entiende la arena y el agua acompañada de cemento.

La fama no le sube a la cabeza, porque no llega. Ve el mundo a escala 1:10.

Y, además, es aparejador.

Antonio Rivas Pérez

Arquitecto técnico

Su llegada al estudio siempre marca la hora de tomar un café.

Aporta experiencia y sosiego al equipo. 

El verano es su mejor época. Le gusta mucho cocinar y en las obras es en donde está en su salsa. 

Es aparejador y, además, arquitecto técnico.

Paula González González

Arquitecta

Le encanta dar paseos con su perra, siempre acompañada de sus animadas playlist de pop.

Su amor por las novelas de romance histórico es igualado solo por su conocimiento de los últimos acontecimientos de la sociedad. 

No le gusta nada llegar tarde a los sitios, por lo que si no llega a tiempo, ¡Houston, tenemos un problema!

Antonio Olaya

Antonio Olaya Camacho

Socio arquitecto

Nació en el blanco Moguer. En Sevilla y en Venezia aprendió mucho de lo que sabe.

En la naturaleza se siente bien. Disfruta del aroma de un libro, del sonido de un lápiz tocando el papel…

Es padre por duplicado y le gusta leer cuentos. La prisa no va con él porque él va más lento.

Es una A de AHAUS.

Henar Herrero Soriano

Socia arquitecta

Cómoda encuadrando detrás de una cámara, fotografiando edificios. Sensible con la sostenibilidad.

Siempre deja un dedo de café en la taza y garabatea croquis en servilletas de bar.

Le gustan las series y las escaleras bonitas. Adora hacer listas.

Es la H de AHAUS.

Ana Gómez Mogeda

Socia arquitecta

Siempre a caballo entre el Andévalo y la costa.

Adicta a la ortografía y a las tablas de Excel. No se resiste a una buena normativa.

En su mochila hay más objetos que en el almacén de Amazon, pero siempre se olvida las gafas de sol.

Y, además, es arquitecta.

Es una A de AHAUS.