La Casa de dos chimeneas es una vivienda unifamiliar entre medianeras. Se trata de una tipología muy común que usualmente ha conllevado soluciones similares y que, por esa misma razón, suele ser la gran olvidada y minusvalorada. Lejos de esa premisa, La Casa de dos chimeneas exige una nueva reflexión sobre la vivienda unifamiliar entre medianeras y ello es debido a lo singular de su parcela.
La parcela es irregular. Presenta fachada y fondo de reducidas dimensiones con un ensanchamiento en la zona intermedia. Como suele ser habitual en nuestros proyectos, la clave de todo está en la escalera y en la luz.
En la Casa de dos chimeneas la escalera se ubica en el ensanche intermedio de la parcela, encajada entre tres medianeras. Se concibe como un hueco de subida continuo que se corona con un lucernario. La subida en torno a un ojo central permite conectar las tres plantas de la vivienda, creando una solución única que cose la vivienda y que facilita la iluminación de la zona intermedia de la misma. La barandilla formada por una malla de acero se descompone en tramos y enmarca lo que hemos venido a llamar “el cubo”. El Cubo está en planta baja y es un elemento visualmente independiente de la escalera que recoge en su interior los elementos necesarios para las instalaciones.
El desarrollo de la vivienda en tres plantas se sucede con un gradiente de privacidad. En la planta baja se ubican las estancias más públicas: salón, cocina y patio. La planta primera alberga los dormitorios y la buhardilla una zona de almacenamiento y servicios.Las dimensiones en planta de la vivienda son mínimas, esto obliga a reducir los recorridos al mínimo y crear una transición de espacios lo más diáfana posible.
La Casa de dos chimeneas únicamente vuelca a fachada planta baja y primera y conforma una buhardilla aprovechando la pendiente de la cubierta inclinada. Así, la zona de almacenamiento y servicios se asoma al patio a través de una terraza que sirve de filtro para mantener su carácter más privado.
Su imagen exterior resalta por la aparición de dos chimeneas. La primera corresponde a la chimenea del salón, al hogar, y la otra, de estética continuista, pertenece al lucernario de la escalera. Ésta segunda chimenea/lucernario cumple varias funciones dentro de la vivienda: además de iluminar la zona intermedia de la planta, permite disipar el calor que se genera en el interior por el llamado “efecto chimenea” y la ventilación nocturna en verano, tan beneficiosa para conseguir confort en el interior.
La fachada de La Casa de dos chimeneas es sencilla y cuidada. Arranca con un zócalo de granito gris que recoge los huecos de planta baja a la altura del antepecho, para después aparecer intermitentemente en franjas horizontales marcando el arranque y coronación de los huecos. Se ha buscado de esta forma contrarrestar la verticalidad marcada por la estrechez de la fachada de la vivienda. Se remata con una cubierta inclinada de tejas curvas cerámicas de color gris.
La Casa de dos chimeneas posee un exterior atractivo que esconde un interior sorprendente por su espacialidad y luminosidad. Y, como ya hemos explicado, el secreto está en la segunda chimenea y la escalera que ilumina.