Plaza de la iglesia


Ordenación del entorno de la iglesia de Nuestra Señora de la Granada y sus espacios adyacentes, encargada por el Ayuntamiento de Moguer (Huelva). Tres plazas en una.
El diseño se basa en unas bandas de granito que parten de las pilastras de la iglesia y se extienden hasta las fachadas de las viviendas opuestas.
- OBRA FINALIZADA en febrero de 2023.
- MATERIALES: granito blanco alba y granito silvestre moreno.
LA IDEA DE PROYECTO
La iglesia de Moguer, de aspecto catedralicio, es del S.XVII y es el templo de mayores dimensiones de la provincia de Huelva. Antes de la remodelación, su entorno era una plaza de diseño circular adosada en el lateral de la iglesia sin relación con ésta, con una fuente central y rodeada de tráfico rodado.
La propuesta se basa en un estudio histórico de este espacio. Los primeros documentos que encontramos de la plaza datan del s.XVI, en los que se le denominaba como “Campo de Santa María” y a la zona ubicada frente a la entrada principal se la conocía como “Placeta de la Iglesia”. Se pretende recuperar el carácter de campo: un espacio para el juego, lugar de ceremonias religiosas, espectáculos, abastecimiento de agua, etc.
Otra de las intenciones es la puesta en valor del espacio frente a la puerta principal o “Puerta del Sol”. Se amplía el pódium existente creando una gran escalinata que conecta las dos alturas, manteniendo en el eje central los escalones originales.
Se materializa con una base de un granito blanco alba sobre la que aparecen unas bandas de granito silvestre moreno, que parten de las pilastras de la propia fachada y se extienden hasta encontrarse con las edificaciones que delimitan este espacio urbano. Del suelo surgen los bancos, como bloques de granito que se entremezclan con 6 bancos de fundición de estilo modernista, a juego con las farolas, cuyo origen se vincula a la ciudad de Moguer y que hoy se encuentran en los espacios públicos de medio mundo.
Se sustituye la fuente central por dos más pequeñas, focalizando la atención sobre la iglesia, y sus portadas barrocas. Se conservan los naranjos y palmeras existentes y se añaden algunos árboles de mayor porte, en lugares estratégicos para proporcionar espacios de sombra y frescor, creando zonas más agradables y vivibles. Los parterres a nivel del suelo restan dureza a la plaza y se pueden plantar con flores de temporada, en clara referencia al espíritu de campo que originó este espacio urbano.