Casa Lusa es el resultado de una labor de investigación de tradiciones, materiales y espacios que hemos llevado a cabo. Creemos que el resultado ha merecido la pena.
Se trata de una vivienda entre medianeras situada en una zona de ensanche de la ciudad. El solar posee un tamaño de 9 x 12 m y se plantea crear un cuadrado perfecto de 9×9 que servirá como base para la planta de la vivienda. En ese cuadrado se irán encajando estancias mediante modulación y mediante guías marcadas por proporciones aúreas.
Después del planteamiento en dos dimensiones pasamos a moldear el cubo de 9x9x9 metros que obtenemos al pasar a las tres dimensiones. Hacemos cortes en diagonal en la cara superior para sacar la cubierta a dos aguas, moldeamos la fachada con huecos achaflanados y en el interior empezamos a vaciar el cubo para obtener un espacio en doble altura que se relaciona con el patio que quedaría en la parte trasera de la parcela.
La fachada, con predominancia del macizo sobre el hueco, da paso a todo un interior casi continuo en planta baja que se vuelca hacia el patio de la vivienda. El salón a doble altura está diseñado para que el gran mural pintado en la cara interior del muro del patio sea visible desde la planta baja y se pueda disfrutar plenamente desde la galería situada en planta alta. La utilización de la madera de roble natural, tanto en puertas como en el revestimiento interior de la cubierta a dos aguas, dota de calidez a la vivienda y contrasta con el gran ventanal de vidrio que comunica la zona interior de vida con la zona exterior y que se encuentra protegido por un voladizo de hormigón visto.
La casa gira alrededor del salón-comedor, siendo éste un espacio acogedor que se prolonga hasta la gran cocina y que tiene la posibilidad de funcionar como un único espacio gracias a las grandes puertas correderas que dividen o conectan los espacios según la necesidad. Además de poder conectar todas estas estancias de vida interiores, la vivienda puede abrirse también al espacio exterior. De esta manera conseguimos una casa muy versátil, donde los espacios se irán conectando o dividiendo en función de la época del año y del uso que necesiten darle en cada momento.
En las fachadas emplearemos mortero de cal sin pintar, con los beneficios que sabemos que aportan estos morteros a los paramentos exteriores, liso en los grandes paramentos verticales y texturizado en los huecos achaflanados así como en el zócalo que recogerá los huecos de planta baja. Además de usar la cal por sus propiedades evidentes, queremos hacer una referencia a la arquitectura popular de los pueblos blancos, donde las casas estaban encaladas, tenían fachadas sencillas, de huecos limpios y con poco ornamento.
La cubierta tradicional a dos aguas se convierte en elemento diferenciador al estar realizada con teja esmaltada en color azul portugués, guiño inconfundible a la arquitectura lusa.
En resumen, Casa Lusa posee diseño sencillo, con referencias e interpretaciones de la arquitectura popular del lugar en el que se ubica, así como referencias a interiores nórdicos donde el uso de materiales naturales dota de calidez al espacio interior. Casa Lusa se aleja del pseudominimalismo imperante en estas fechas en las que se abusa del blanco y el negro y en el que se confude lo simple con lo sencillo.