Casa Blas Infante
Blas Infante vivió en Isla Cristina entre los años 1923 a 1931. En esta casa tuvo sede su notaría y nacieron sus dos hijas. Es nuestra intención devolver la vivienda a su estado original.
Blas Infante vivió en Isla Cristina entre los años 1923 a 1931. En esta casa tuvo sede su notaría y nacieron sus dos hijas. Es nuestra intención devolver la vivienda a su estado original.
Estudio de arquitectura especializado en rehabilitación de espacios y diseño y construcción de edificios públicos y privados.
Contacto
Calle Jesús Nazareno, 9 – 2º B 21001, Huelva
+34 639 929 192
info@ahausarquitectos.com
Leer, carnaval, los cómics, los juegos de mesa, fútbol, NBA… Su listado de aficiones es más alto que él.
No le gusta la playa porque sólo entiende la arena y el agua acompañada de cemento.
La fama no le sube a la cabeza, porque no llega. Ve el mundo a escala 1:10.
Y, además, es aparejador.
Su llegada al estudio siempre marca la hora de tomar un café.
Aporta experiencia y sosiego al equipo.
El verano es su mejor época. Le gusta mucho cocinar y en las obras es en donde está en su salsa.
Es aparejador y, además, arquitecto técnico.
Le encanta dar paseos con su perra, siempre acompañada de sus animadas playlist de pop.
Su amor por las novelas de romance histórico es igualado solo por su conocimiento de los últimos acontecimientos de la sociedad.
No le gusta nada llegar tarde a los sitios, por lo que si no llega a tiempo, ¡Houston, tenemos un problema!
Nació en el blanco Moguer. En Sevilla y en Venezia aprendió mucho de lo que sabe.
En la naturaleza se siente bien. Disfruta del aroma de un libro, del sonido de un lápiz tocando el papel…
Es padre por duplicado y le gusta leer cuentos. La prisa no va con él porque él va más lento.
Es una A de AHAUS.
Cómoda encuadrando detrás de una cámara, fotografiando edificios. Sensible con la sostenibilidad.
Siempre deja un dedo de café en la taza y garabatea croquis en servilletas de bar.
Le gustan las series y las escaleras bonitas. Adora hacer listas.
Es la H de AHAUS.
Siempre a caballo entre el Andévalo y la costa.
Adicta a la ortografía y a las tablas de Excel. No se resiste a una buena normativa.
En su mochila hay más objetos que en el almacén de Amazon, pero siempre se olvida las gafas de sol.
Y, además, es arquitecta.
Es una A de AHAUS.